Castillo de Peñíscola

En el año 1961 se rodó en Peñíscola la superproducción "El Cid", de tres horas de duración. Hace 49 años el entorno del Castillo era muy distinto a como lo es hoy, no existían las construcciones que caen delante del muro norte y sobre todo la costa no estaba nada urbanizada, ni por supuesto Peñíscola estaba unida a Benicarló como hoy en día. Si se quisiera rodar algo similar habría que gastar una buena pasta en parapetos y utilizar muchos decorados para tapar "el progreso" de este pueblo y recrear una historia medieval. 

El castillo y la ciudad tienen su origen en los musulmanes que crearon la estructura y fueron precisamente los templarios quienes le dieron el aspecto que presenta actualmente. Otra cosa no, pero este es un lugar que rebosa historia, desde su construcción, su paso a la corona cristiana, la cesión a los templarios y la sede del papado del Papa Luna, (1415-1423) que es precisamente aquello que le ha dado más fama al castillo. En la visita al castillo puede visitarse el estudio del Papa Luna, donde tenía su biblioteca y escribía, con una ventana orientada hacia Roma. No termina aquí la historia de este castillo que dado su emplazamiento estratégico seguirá siendo importante en el plano defensivo hasta la Guerra de la independencia (1812).

Una de las salas más interesantes de ver en el castillo es la sala del cónclave, una habitación abovedada, muy lúgubre, a la que se accede desde el patio de armas por unas empinadísimas escaleras y que actualmente se utiliza como sala de exposiciones, junto a esta sala otra más pequeña nos muestra un ejemplo de máquinas de tortura de la época. Además de el castillo en si también resulta interesante el bufador, un túnel natural por el que el agua entra y sale, y resulta especialmente espectacular en los días de temporales causando estruendo y elevándose el agua por el túnel. Terminamos con la leyenda, una escalera tallada en la roca viva en el acantilado se dice que se construyeron en una sola noche para permitir que el Papa Luna fuese hasta Roma sin ver visto descendiendo hasta un embarcadero en la vertiente este del peñón, algo que una vez vista la imagen de esas escaleras queda más que claro que se trata de una leyenda...