No son demasiadaslas rutas ofertadasd por el PN de Cabañeros, y de todas ellas tan solo una se puede hacer sin guía, no es el caso de esta ruta que necesita de guía. Se lla Valle de los Alcorncolas y se comienza en la casa de Gargantillas, una antigua casa señorial ahora aprovechada por el parque como zona de vigilancia de incendios, alojamiento de voluntarios y recepción de visitantes.
Como en el resto del parque estamos en una zona de monte mediterráneo, al principio encontramos alcornoques junto con el resto de especie arbustivas donde predominan las jaras, así mismo encontramos varias charcas durante el camino, nuestro guía, Antonio, nos comenta que si alguna de estas charcas se mantuviera como antes podría servir de fuentes y no tendríamos que cargar con agua durante el camino.
El monte resulta espectacular, no son altas montañas ni con grandes desniveles, sin embargo al estar completamente cubiertas de vegetación crean un efecto de verde hasta el horizonte que parece no tener fin, algunas de las fincas han roturado el monte para hacer aprovechamientos ganaderos sobre las rañas.
Llegamos al bosque de robles, robles melojos o rebollos (Quercus pyrenaica), en esta zona nos comenta nuetro guía como establecían las cabañas (de ahí el nombre del parque) para trabajar en el monte con el carboneo, los aporvechamientos madereros y la saca del corcho, a diferencia de las talas actuales se procuraba mantener el bosque cortando solo los árboles que pudieran dar mayor provecho y regenerando el bosque continuamente, al igual que ahora las normas no se cumplían exactamente y además de robles talaban otros árboles como arces aunque generalmente se cumplía la norma.
Así tras este interesante viaje por el tiempo volvemos a la casa de Gargantillas, durante esta noche disfrutaremos de una espectacular tormenta en pleno monte, con ruidos, relámpagos y un espectacular aparato eléctrico que hacía que durante centésimas de segundo pareciera de día. Aquí todo es espectacular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario