miércoles, mayo 09, 2007

Pinares, Sabinares, Enebrales y Retamares

Dentro del Parque Natural Bahía de Cádiz estas formaciones son las menos representativas ya que en su mayor parte está formado por marismas o salinas que en definitiva son marismas transformadas. Estas formaciones que antiguamente estaban bastante infravaloradas, salvo el caso del pinar por el rendimiento económico de la madera y las piñas hoy en día son los habitats preferentes de conservación para la Unión Europea; Pinares, Sabinares y Enebrales costeros.
Además de estas especies que son las que dan el nombre a las formaciones vegetales, un enorme cortejo de especies acompañan a las principales creando un habitat que cuenta con una excepcional biodiversidad. Así en las dunas moviles la especie dominante son los enebros mientras que en las fijas son las sabinas. En los terrenos pobres y despejados se instalan las retamas, las cuales como leguminosas que son fijan nitrógeno y enriquecen el suelo permitiendo la instalación de nuevas especies como los lentiscos, espinos negros, sabinas, olivillas o acebuches cuyas semillas son transportadas por los pájaros que las depositan junto con los excrementos, este paso por el aparato digestivo activa las semillas para su germinación.
El Sabinar, por su escasez es una de las formaciones autóctonas más apreciadas, es un bosque en el que predomina la sabina aunque especies como el lentisco y el acebuche también encuentran su huequecito en esta formación. Es un bosque espeso en el que destaca el ancho que puede alcanzar una sabina de un buen número de años más que la densidad de ejemplares que no es especialmente alta. Esta formación es la típica en dunas estabilizadas, aunque actualmente debido a las repoblaciones con pino piñonero cabe mas hablar del Pinar-Sabinar, aunque en el Pinar de La Algaida y en la Marisma de los Toruños podemos encontrar los últimos sabinares vírgenes que quedan por aquí.
En las dunas más estabilizadas encontramos un espesísimo sotobosque de matorral mediterráneo en el que encontramos también sabinas pero en menor proporción que en el sabinar propiamente dicho junto con lentiscos, olivillas, acebuches, espinos negros, coscojas, estos arbustos copan practicamente todo el territorio de manera que son escasas las herbáceas que crecen junto a ellas aprovechando el borde del camino, este sotobosque tambien aparece combinado con el pinar cuya sombra hace que crezcan en menor densidad y dejen algunos claritos donde prosperan algunas herbáceas afines a la umbría.
El Enebral no se da como tal en el Pinar de la Algaida, pero si hay algunos enebros de repoblación en el sendero que discurre paralelo a Caño Río San Pedro, algunos con portes ya bastante respetables situados en las zonas más despejadas y mejor iluminadas, actuaciones como la reforestación con pino piñonero quitan el espacio y la luz a los enebros provocando su desparición.
El pinar de pino piñonero suele de proceder de reforestaciones aunque se considera una especie autóctona favorecida por el hombre gracias a sus aprovechamientos tanto de piñas como madereros, en este tipo de localizaciones litorales la especie dominante autóctona fue el alcornoque que fue sustituido por el pino piñonero antes de que el corcho fuera un aprovechamiento rentable como es ahora, casualmente la sustitución del alcornoque por el pino fue la menos dañina ya que son especies paraclimáticas, está comprobado que la flora acompañante de los alcornocales costeros es la misma que la de los pinares costeros, lo que refuerza la presencia en tiempos pretéritos de alcornocales costeros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ola