Dentro de las aves de humedal es una de las más bonitas aunque por lo general no podemos contemplarla de este modo ya que rápidamente se apresta a la fuga dejando en el aire una estela turquesa y naranja que inequívocamente nos dará muestra de su presencia. Y así es como suelen ser todos los encuentros salvo en esta ocasión, en la que escondido en un hide pude observar durante un buen rato, incluso se cambio de posadero varias veces, a esta escurridiza ave. Pertenece a la familia de los corácidos, un pequeño grupo de aves de aspecto tropical que en la Península Ibérica se completa con el abejaruco, la abubilla y la carraca. Aunque habitualmente este ave se relaciona con ambientes fluviales y aguas dulces es fácil encontrarlo también en aguas salobres (como es el caso) e incluso saladas.
Comunicado de la sociedad civil española en las últimas horas de la COP29
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El borrador actual pone en riesgo el Acuerdo de París. La Unión Europea
debe actuar de forma inmediata y efectiva si quiere salvarlo.
La entrada Comunic...
Hace 19 horas
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