Si bien en los alrededores de las tablas fluviales que conforman el grueso del Parque Nacional Tablas de Daimiel hay algunos encinares y zonas forestales dentro de las tablas el arbolado es menos numeroso, tan solo alguna pequeña chopera en los alrededores de la laguna permanente y el bosque de tarayes de la Isla del Pan, la mayor isla dentro del archipiélago que existe en el centro del humedal.
El tarayal, amigo de las agua salobres, se encuentra en la zona de influencia del Río Cigüela, antes de la entrada del Guadiana en el parque. Durante el paseo por este peculiar bosquecillo nunca deja de oírse el canto de las aves que abundan y sobreviven escondidas dentro de los tarajes. Aves tan forestales como el pito verde pueden encontrarse aquí. No cabe duda que el bosque tiene su magia y eso que no lo he visto con niebla, lo cual tiene que ser espectacular.
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