Desde el faro de Cíes se tiene una buena perspectiva de la parte oeste de la isla, compuesta de acantilados verticales donde baten fuerte las olas y el azote del mar en la roca se muestra de color blanco por la espuma formada. Una vez llegué a casa y compuse este mosaico de cuatro fotos me encontré con una pequeña sorpresa, con algo que no me había percatado en el momento de hacer la foto y es lo que vemos en la ampliación que no es precisamente un grupo de cormoranes moñudos sino nueve personas que habían bajado hasta ese punto. No se como bajarían hasta aquí pero el camino no debía de ser nada fácil aen barco imposible) además de que al ponerse en esa roca batida por las olas era más que evidente que se la estaban jugando bien. Uno de ellos se encuentra más abajo agachado como recogiendo algo. A saber.
COP29: La solidaridad del Norte global arde hasta los cimientos
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La nueva meta global de financiación termina con una cuantía y calidad
insuficiente que destruye la solidaridad pactada en el Acuerdo de París.
Para la s...
Hace 1 hora
2 comentarios:
Hay tontos por todo lado...
Sus nietos seguro sabrán de sus aventuras.
Hasta pronto.
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