A finales de septiembre pocas se ven ya, muy pocas, de estas simpáticas aves que nos han acompañado durante la primavera y el verano haciendo sus nidos muy cerca de nosotros y deleitandonos con su especial canto, muy críptico pero inconfundible. Si en las ciudades son abundantes, en las zonas rurales lo son mucho más, algo que veo cada año en Cabañeros donde cualquier punto con una cierta oscuridad o bajo una pequeña cornbisa o tejado está ocupado por estas aves. El próximo año volverán las golondrinas, oscuras por el lomo, blancas por el pecho y de garganta rojiza a acompañarnos y como no, a librarnos de los molestos mosquitos veraniegos.
El Ayuntamiento de Valladolid sigue sin activar la situación 2 de su plan
de alerta por el actual episodio de ozono
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Ecologistas en Acción denuncia que el Ayuntamiento de Valladolid sigue sin
activar la situación 2 de su plan de acción en situaciones de alerta por
conta...
Hace 6 horas
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