En la zona periférica de protección del P. N. Ordesa y Monte Perdido, al oeste, se encuentra el Valle de Ota, un valle, que a pesar de su aspecto desarbolado guarda mucha vida, especialmente de anfibios en sus numerosas cascadas, arroyos y charcas. De origen glacial, en su día fue un lugar cubierto por árboles que fueron talados para sus aprovechamiento ganadero. La rana bermeja y el águila real son dos habitantes destacados de este verde entorno.
UNA VIBORERA MUTANTE EN LA SIERRA NORTE DE SEVILLA: "ECHIUM PLANTAGINEUM" Y
LA FASCIACIÓN
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Hola a todos!
Hoy vengo a enseñaros una viborera muy peculiar que me he encontrado esta
mañana dando un paseo por un sendero al lado de casa.
Lo cier...
Hace 1 día
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