A finales de enero o principios de febrero se empiezan a ver los primeros abejorros del año, una fecha que coincide con la floración de algunas plantas pues tanto flores como insectos han de coordinarse para poder sobrevivir ambos. Los del género Bombus son unos de los abejorros que mas me llaman la atención pues son los que definen la palabra abejorro, una abeja grande, más grande, más ancha, pero con esos colores amarillos y negros que definen a estos insectos. Como las abejas, son grandes polinizadores, pueden polinizar flores de gran tamaño y otras no tan grandes, su capacidad voladora y agilidad al caminar sobre las plantas les permite alimentarse del néctar de flores complicadas como las de los brezos o madroños que suelen estar invertidas, a pesar de sus colores y su terrible aspecto, he podido fotografiarlo en muchas ocasiones, acercarme todo lo que he querido y jamás me han picado. Disfruten de los abejorros.
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