Entre las muchas especies exóticas de peces que se pueden encontrar en las Tablas de Daimiel destaca la carpa, una especie de introducción histórica en la península pero que en las tablas no se introdujo hasta hace unos cien años. Aunque son alimento para muchas aves dejan de ser cuando sobrepasan los 400-500g de peso pasando a convertirse en monstruos de río que no pueden ser deprededados por ninguna especie animal, entonces dejan de ser un recurso alimenticio para ser parte de un problema de un problema de mayor entidad que es el estado degradado de las Tablas de Daimiel. Como peces herbívoros que son se alimentan de las algas del fondo, las ovas, algas que si hay muchas carpas bajan a niveles mínimos y entonces los patos, que también comen de ellas, desaparecen del humedal por falta de alimento. Esto es lo que ocurre ahora en las Tablas, que apenas hay patos por la alta densidad de peces, unos peces que llegaron en 2010 procedentes de los embalses cercanos donde los pescadores "deportivos" sueltan especies alóctonas que llegan a alcanzar tamaños descomunales para poder lucir grandes "trofeos" de pesca. Peces como la percasol, el lucio, el pez gato, la gambusia y la carpa conforman el 99% de la biomasa de peces. Tan solo el 1% se corresponde con especies autóctonas como el barbo, la colmilleja y el cachuelo.
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