martes, septiembre 29, 2015

Atardecer en Las Tablas de Daimiel, poesía audiovisual (y analógica)


El que ese día hubiera nubes en el cielo hizo que el atardecer fuera mucho más especial y espectacular que otros días en los que el sol simplemente se oculta por el horizonte y se hace de noche y punto. Con las nubes el cambio de color del sol se hace mucho más notable, de ese blanco del mediodía, al amarillo de la tarde y al naranja-rojizo del atardecer que conforme va bajando el sol se van tiñiendo las nubes de color generando ese espectáculo visual absolutamente impagable. Pero no es solo lo que se ve, sino lo que se oye, conforme atardece las aves comienzan a moverse en grupos buscando sus dormideros y es en ese momento cuando más se les escucha, desde el típico canto de ave a garzas u otras grandes aves que parecen ladrar con la puesta del sol. Y cuando el sol desaparece por el horizonte su luz dura un poco más sobre el cielo hasta que de pronto se  apaga la luz pero no por ello el sonido de la naturaleza. Ni que decir tiene que todo esto en Daimiel es muy diferente a cualquier otro lugar...

No hay comentarios: