A primera vista su flor recuerda mucho a Geranium molle con los pétalos notablemente emarginados, sin embargo el porte no recuerda demasiado y si vemos las hojas nos recuerdan mucho a la de Geranium rotundifolium aunque más divididas. El nombre de esta especie hace referencia adonde la hemos encontrado, el pirineo, aunque como otras tantas especies que llevan el nombre del pirineo no es exclusiva ni mucho menos de esta zona sino que podemos encontrarla en prácticamente todos los macizos montañosos que superan los 2000 msnm de la Península Ibérica. Y curiosamente a pesar de su nombre en 10 días en el Pirineo solo pude encontrar un pequeño núcleo en las cercanías del Estany de San Maurici.
Curiosamente resulta mucho más abundante en otras zonas del parque el Geranium sylvaticum (=Geranium aconitifolium) cuyas hojas pueden confundirse fácilmente con las del acónito y sus flores no tienen los pétalos emarginados. A pesar de su pequeño tamaño y su débil porte las plantas de la familia de las geraniáceas resultan especialmente atractivas por sus bonitas flores rosadas. El Pirineo es un buen lugar para conocer estas especies pues albergan algunas especies exclusivas que no podemos hallar en otras zonas de la Península Ibérica.
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