Después de muchos intentos infructuosos por fin encontré un conejo dispuesto a "posar" para una serie de fotografías. Hacía mucha calor en la casa de campo y los conejos no estaban por la labor de gastar demasiada energía y aunque no permitían un acercamiento lo cierto es que no se iban demasiado lejos. Algunos se metían en las madrigueras y otros simplemente se quedaban entre la hierba o bajo la sombra de algún árbol. Los conejos son nativos de la península ibérica aunque actualmente se encuentran en otras partes del mundo como el resto de Europa, hasta Rusia y Australia. También ha sido introducido en otros lugares más cercanos como las Islas Canarias.
El fin de estas introducciones no es otro que el de la caza, ya que, gracias a su alta tasa de reproducción se pueden cazar muchas "piezas". Como en otras ocasiones la introducción de este animal provoca desequilibrios ecológicos, ya que como herbívoro que es come plantas y se reproduce mucho por lo que, de carecer de enemigos naturales , que es lo más habitual arrasa con la vegetación como ocurre en aquellos ecosistemas mediterráneos en los que los predadores han sido eliminados, si no se protegen los plantones es imposible plantear una repoblación. Al vivir en madrigueras bajo tierra plantear su erradicación en aquellos lugares donde no debería estar se hace casi imposible.
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