Es un endemismo del centro peninsular que se encuentra en las provincias de Madrid y Toledo en yesos, en zonas áridas, siendo una de las plantas que más sorprenden en los cerros yesíferos, más aun estando acostumbrado a la pequeña Reseda lutea o a la siempre intrigante Reseda phyteuma.
Presenta una roseta de hojas basales onduladas y divididas y florece a través de una vara que aunque muestra flores en la parte terminal suele ramificarse un poco. Su tamaño puede llegar a ser espectacular, hasta los dos metros de altura. Es habitual encontrar pululando entre las flores un pequeño gorgojo negro. En la imagen de al lado puede verse un detalle de su hábitat, árido, sin árboles, pero no por ello sin valor natural pues alberga esta y otras muchas especies interesantes.
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