El Parque Quinta de los Molinos se encuentra en la madrileño barrio de El Salvador en el Distrito de San Blas. Es un Jardín Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural como la Quinta de la Fuente del Berro. Cuenta con 21 hectáreas de extensión de las 28 que poseía originalmente. Las 7 hectáreas restantes fueron urbanizadas en un convenio con los herederos de la finca por el cuál se cedía al municipio el 75% del parque a cambio de poder construir en una cuarta parte de la superfcie total. Se accede a través de un caminon pavimentado que va flanqueado por una fila de plátanos de sombra que conduce hasta el palacete atravesando el parque en toda su extensión.
El principal atractivo de parque son los 1500 almendros que se encuentran dentro que en pleno de mes de marzo despiertan del letargo floreciendo antes de empezar a brotar las nuevas hojas, un espectáculo efímero, ya que rápidamente caen los pétalos al suelo cubriéndose completamente pero absolutamente espectacular que marca el inicio de la primavera. Son varios los cultivos de almendros que hay en el parque, los cuáles están separados por filas de cedros, mimosas, eucaliptos y otros árboles que completan un sensacional mosaico de colores. Algunos almendros son blancos y otros son más rosados pero todos igual de espectaculares. El nombre del parque viene de los dos molinos que se encuentran dentro de él y que fueron muy habituales en Madrid cuando no había agua corriente y era necesario extraerla de los pozos. Esa era la función de estos molinos, extrare el agua para regar estos extensos jardines que además cuentan también con un estanque. El agua que se extraía se acumulaba en albercas para luego distribuirlas por el complejo sistema de riego con el que contaba este lugar. Cuando el viento se mueve un poco a continuación lo hacen los molinos emitiendo un característico chirrido que nos delata el paso del tiempo en estos serenos lugares.
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