Ahora que está el tan cacareado tema de las 7 nuevas maravillas del mundo, construcciones que superan la función para la que se construyeron permaneciendo a través del tiempo maravillando a gente de todo el mundo es un buen momento para recordar una construcción espectacular que no es tan antigua como la ciudad de Petra o el Coliseo romano ni tan comercial como La Alhambra o el Machu Pichu (para los malpensados aclarar que significa Cerro Viejo).
Estamos hablando de un sitio muy cerquita de Cádiz, Ronda, donde podemos encontrar el puente sobre el Tajo de Ronda, tanto el puente como el Tajo son espectaculares, ciertamente las fotos hechas no son las mejores que se podían hacer pero la posición en la que estaba no permitía otra cosa. El Tajo es un barranco de esos en los que el fondo cuesta verlo, más de 100 metros de profundidad por los que discurre el río Guadalevín.
Se le llama el Puente Nuevo, ya que antes que este hubo otro de mala calidad que se derrumbó en 1740, 6 años después de su construcción, causando más de 50 muertos. En 1751 se comenzó la construcción de este que se terminó en 1793, un total de 42 años para culminar semejante obra, y es que aunque solo han pasado 214 años en aquella época la construcción era otra historia completamente distinta a la actualidad, los materiales empleados fueron las mismas piedras del fondo del barranco, hoy en día para su construcción probablemente hubieran destruido una montaña haciendo una cantera para la extracción del material. Con todas las dificultades de la época es para considerarla una auténtica maravilla, las 7 nuevas maravillas son grandes monumentos de gran valor, pero no por ello debemos olvidar las maravillas más cercanas o más desconocidas que tenemos.
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