Una orquídea, no rara, pero si de las que pasan desapercibida ya que no tiene vivos colores ni grandes flores es la Aceras athropophora, que a diferencia de las del género Orchis no posee espolón en la flor. Suele salir en zonas despejadas pero no demasiado soleadas de manera que las veces que la he visto las fotos no han salido demasiado bien por la falta de luz. Sus hojas son bastante grandes y no se quedan en una roseta basal sino que alcanzan de tamaño tanta altura como la planta hasta que al final se doblan por su propio peso. La flor que suele ser de color rojizo aunque a veces presenta tonalidades más claras parece un hombre colgado de la horca con la capucha para que no se vea la cara. Solamente encontré un ejemplar aunque en otras zonas como en los bordes de carreteras de la Sierra de Grazalema resulta localmente muy pero que muy abundante.
Poda abusiva de varios Ficus en el Colegio Mayor Hernando Colón de la US
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Este atentado ecológico urbano, se suma al maltrato que el arbolado viene
sufriendo desde años en la ciudad de Sevilla en forma, principalmente, de
talas...
Hace 10 horas
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