Las orillas de la playa de levante cuando llega el otoño se llenan de gaviotas sombrías, que se reconocen por su color más oscuro y las manchas en la cabeza pues son del mismo tamaño que las patiamarillas.
La Pagaza piquirroja es un tipo de charrán del que siempre se ven ejemplares solitarios y en vuelo, aunque no es un ave que se vea todos los días no resulta difícil verlas en la Bahía de vez en cuando, aunque su tamaño es similar al de las gaviotas son más blancos y su vuelo resulta lo suficientemente diferente para poder avistarlas sin pensar en que es otra gaviota más.
Aunque a veces se pueden ver en grupos lo habitual es ver ejemplares solitarios que se lanzan una y otra vez para capturar peces aunque el charrán patinegro no se lanza con la misma frecuencia que lo hacen los charrancitos.
El águila pescadora y la cigüeña negra son dos viajeros incondicionales, que se dejan ver cada año y en mayor cantidad cada año, de los que he hablado en otras entradas.
Y finalmente un ave que podemos ver todo el año, la garceta común, escondida entre la vegetación descansando un rato antes de volver a meterse en el agua a buscar peces.
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