Si bien el ricino es el inquilino de los bordes del pinar, una buena colección de especies exóticas y/o invasoras están presentes en el Pinar de la Algaida. Las ruinas del cortijo de la vega albergan a un buen número de elllas.
La Nicotiana glauca crece principalmente en bordes de camino en cualquier zona del pinar y está muy vinculada a zonas degradadas donde crece y se reproduce rápidamente.
El tomatillo del diablo (Solanum linnaeanum) se caracteriza por sus numerosas espinas distribuidas por toda la planta y sus peculiares flores. Como indica su nombre se trata de una especie muy tóxica. Se encuentra en esta zona y en la entrada por Valdegrana.
De todas estas especies, posiblemente la caña común (Arundo donax) sea la más difícil de erradicar gracias a sus grandes raices y su capacidad de rebrote. Junto a esta vemos una tuna (Opuntia sp.) también presentes en la zona. Otras especies que aparecen en este entorno son el Heliotropium curassivicum, la Cotula coronopifolia, la Galenia secunda o varias especies de Conyza. En definitiva se trata de una lista que vemos crecer día a día a la vez que no existen actuaciones para la erradicación de ninguna de estas especies invasoras.
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