En verano se escucha mucho el canto de la chicharra o cigarra, un sonido estridente e intenso que cuesta creer que proceda de este insecto de mediana talla. Aunque pueden ubicarse en cualquier árbol de montes o de ciudades suelen encontrarse en los pinos pues aquí el camuflaje es perfecto y salvo que vayamos buscándolas resulta un poco complicada encontrarlas ya que se quedan completamente quietas paradas en las corteza y generalmente a la sombra dejando de hacer el sonido cuando nos acercamos. Eso sí, un vez hemos encontrado un ejemplar será fácil encontrar varios más pues resultan abundantísimas.
COP29: La solidaridad del Norte global arde hasta los cimientos
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La nueva meta global de financiación termina con una cuantía y calidad
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Hace 4 horas
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