No tiene ni de lejos la fama del acueducto de Segovia pero es bastante peculiar este acueducto dada su construcción pues en la imagen de arriba vemos pegado a la roca los arcos típicos de estas construcciones que se encuentran separados por las formaciones rocasas y parecen pocos arcos para poder llevar el agua a la ciudad a no ser que la fuente de agua se encontrara donde no se ven arcos ya, sin embargo si nos fijamos a la derecha vemos una fractura en la roca que claramente denota un origen artificial.
Pues bien, si nos adentramos en el sendero señalizado del Hocino de Federico Muelas, que nos lleva a la casa del poeta conquense, hoy en ruina, podremos ver tanto la parte del acueducto que va tallada en la roca (con cuidado pues las escaleras están en estado ruinoso) como la que va sobre los arcos. El acueducto se talló en roca en casi todo su trazado excepto en aquellas partes en las que no había roca donde hubo que construir arcos y rematar esta obra cuyo fin era abastecer de agua a una ciudad que crecía muy rápido en habitantes. Para evitar que el acueducto se atascara se cubría de piedras como vemos en la imagen de la izquierda. El como se hizo este acueducto sobre la piedra nos da una idea de una época en la que con muchos menos medios materiales que ahora se hacían muchas cosas.
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