En plena Sierra de Grazalema se encuentra el pueblo de Benaocaz, uno de los primeros pueblos fundados por los árabes cuando iniciaron la ocupación de la península ibérica en el siglo VIII. El conocido como puente pajarito que cruza el arroyo del mismo nombre está construido con técnicas árabes por lo que ya tiene sus buenos añitos y sin embargo se encuentra bastante seguro a pesar de su edad.
Además de cruzar el puente resulta bastante interesante asomarse al arco y ver a través de él como el que mira a una puerta abierta, una puerta que nos recuerda el pasado árabe de la zona y nos deja ver como continua el arroyo sentados en los cantos rodaos que nos permiten el paso por el río.
De pronto todo se llena de cabras que cruzan el puente, guiadas por un pastor y su perro las cabaras atraviesan rapidamente el puente, aunque se llevan un rato pasando porque son muchísimas, esta imagen que resulta cada vez más infrecuente en las zonas más urbanas aun persiste en los pequeños pueblos de la sierra en las que además de la leche se fabrican exquisitos quesos, este tipo de explotaciones ganaderas se permiten dentro del Parque Natural de Grazalema, ya que en los parques naturales además de proteger la naturaleza se protegen las actividades humanas ligadas a la naturaleza siempre y cuando resulten sostenibles.
Algunas cabras tiene sed y prefieren pasar por debajo para beber un poco, las cabras que están completamente locas se nos quedan mirando durante un rato antes de calmar su sed, ahora se dirigirán a los prados que hay tras el puente donde se alimentarán dejando el prado como un jardín de cesped.
En plena Sierra de Grazalema se encuentra el pueblo de Benaocaz, uno de los primeros pueblos fundados por los árabes cuando iniciaron la ocupación de la península ibérica en el siglo VIII. El conocido como puente pajarito que cruza el arroyo del mismo nombre está construido con técnicas árabes por lo que ya tiene sus buenos añitos y sin embargo se encuentra bastante seguro a pesar de su edad.
Además de cruzar el puente resulta bastante interesante asomarse al arco y ver a través de él como el que mira a una puerta abierta, una puerta que nos recuerda el pasado árabe de la zona y nos deja ver como continua el arroyo sentados en los cantos rodaos que nos permiten el paso por el río.
De pronto todo se llena de cabras que cruzan el puente, guiadas por un pastor y su perro las cabaras atraviesan rapidamente el puente, aunque se llevan un rato pasando porque son muchísimas, esta imagen que resulta cada vez más infrecuente en las zonas más urbanas aun persiste en los pequeños pueblos de la sierra en las que además de la leche se fabrican exquisitos quesos, este tipo de explotaciones ganaderas se permiten dentro del Parque Natural de Grazalema, ya que en los parques naturales además de proteger la naturaleza se protegen las actividades humanas ligadas a la naturaleza siempre y cuando resulten sostenibles.
Algunas cabras tiene sed y prefieren pasar por debajo para beber un poco, las cabras que están completamente locas se nos quedan mirando durante un rato antes de calmar su sed, ahora se dirigirán a los prados que hay tras el puente donde se alimentarán dejando el prado como un jardín de cesped.
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