martes, febrero 13, 2007

Liérganes, Río Miera y la leyenda del hombre pez de Liérganes

Era ya el penúltimo día en Cantabria (al día siguiente tocaba coger el avión de vuelta), así que para terminar el viaje me propuse ir a Santillana del mar donde me comentaron que había un zoológico que toene un mariposario, cosa que sería un gustazo meterse entre mariposas enormes, pero cosas que pasan que cuando llegué a la estación de guaguas de Santander (allí no se le dice guagua a los autobuses, en Cádiz tampoco pero es ya la costumbre...) había salido la guagua y hasta dentro de 3 horas no había otra, así que fui a la estación del ferrocarril que caía al lado de la estación de guaguas y cogí un tren, entre los muchos destinos me decidí por Liérganes, porque era un pueblo pequeño y porque ya conocía la leyenda del hombre pez, así que cogí el tren y fuí hacia allá.
Lo bueno de los pueblos pequeños es que en un día te da tiempo a verlo todo, primero siguiendo las indicaciones llegué hasta la iglesia de los pantaleones, que quedaba en un montículo en medio de un prado, el aspecto es tal como se ve en la foto, un sitio en las afueras del pueblo y ligeramente tétrico con las cruces puestas por el camino a modo de cementerio.
En realidad con lo que me entretuve más tiempo fue en el río, hice paradas varias en distintos puntos tomando fotos, observando el río y aprovechando también que la vegetación de las orillas atraía a abastantes mariposas, fue precisamente este día que por fin lución fuerte el sol que pude fotografiar todas las mariposas de este viaje, así como algunas pequeñas florecitas propias del norte de la península.
El río se puede atravesar mediante un puente romano bastante bien conservado del que pongo las dos tomas, desde un lado y desde otro. Visto todo esto seguí paseando por el pueblo, llegué al balneario donde había un jardín con árboles bastante viejos con un tamaño imponente, ahi empecé a seguir a un grupo de ancianos que tal como me imaginaba se dirigía a la iglesia del pueblo (la de antes estaba cerrada), aproveché para visitar la iglesia que no era muy grande pero si que se veía antigua, había unos murales en los que se escenificaba la pasión de Cristo, mientras los veía con un poco de dificultad porque apenas había luz, vino el cura (bastante antipático, por cierto) a echarme porque había que cerrar, para una vez que se me ocurre entrar en una iglesia van y me echan...
En Liérganes está la escuela del Hombre Pez, el restaurante del Hombre Pez, el Paseo del Hombre Pez donde hay un panel que recuerda su historia. Y a todo esto, ¿quien era ese hombre pez? La leyenda dice que era un tal Francisco, vecino de Liérganes, en el siglo XVII (1674) quien estando en Bilbao aprendiendo el oficio de carpintero se fue con unos amigos a nadar en la ría, al ser un excelente nadador no se temió por el hasta pasadas unas horas cuando se le dio finalmente por ahogado. Pasados 5 años, en 1679, unos pesacadores en la Bahía de Cádiz mientras faenaban observaron durante varios días una criatura de aspecto humano hasta que lograron atraparlo, lo llecaron a un convento, donde después de varios interrogatorios dijo "Liérganes", este suceso se propagó de boca en boca hasta que un montañés que habitaba por Cádiz dijo que correspondía a un pueblo en Cantabria. Se puso en contacto con sus parientes para que le informaran de lo que hubiera ocurrido, la respuesta fue que salvo la desaparicion de Francisco mientras nadaba nada mas había ocurrido. Sospechando que que se tratara de la misma persona, el fraile del convento, Juan Rosendo se puso en camino con la criatura hacia Liérganes (pensad que atravesar la península entonces no se hacía en dos horas en avión sino en bastante más por lo que las razones para emprender un viajes debían de ser bastante importantes). Una vez en el pueblo fue inmediatamente reconocido por su familia, sin embargo ya no sería el mismo que se adentró en el mar 5 años atrás, apenas hablaba, tan solo palabras sueltas, no mostraba entusiasmo por nada ni nadie, era servicial y lo tomaron por loco. 9 años después desapareció de nuevo en el mar y nunca más se supo de él. La exactitud de los lugares y las fechas corresponde a la historia relatada por Fray Benito Jerónimo Feijoo quien dio consideración a la historia .
En el paseo del Hombre Pez, junto al río Miera reza la siguiente inscripción;
"Su proeza atravesando el océano del norte al sur de España, si no fue verdad mereció serlo. Hoy su mayor hazaña es haber atravesado los siglos en la memoria de los hombres. Verdad o leyenda, Liérganes le honra aqui y patrocina su inmortalidad". Y así terminan las entradas dedicadas al viaje que durante 6 días me llevó por tierras cántabras.

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