lunes, febrero 12, 2007

Valles Pasiegos y subida al CastroVarela (1718 msnm)

Cuando hace ya bastantes años tomé mi primer sobao pasiego ni me pregunté de donde venían ni que era un pasiego.
Los pasiegos son los habitantes de los valles pasiegos, zona que comprende los valles del Pisueña, del Miera y como no, del río Pas. Esta excursión fue cosa de un día, así que no había tiempo para recorrer los tres valles, las imágenes que veremos serán todas del valle del Miera, la primera es la vista desde el mirador del Río Miera, tenía poca agua y casi no se distingue en la imagen pero si que puede verse bien el cauce del río.
Éste era el cuarto día en Cantabria ya y Carmen tras habernos puesto previamente la película "La vida que te espera", perlícula que transcurre dentro de los valles pasiegos mostrando su forma de vida, los paisajes de Cantabria, sus medios de transporte, en definitiva, un buen entrante para luego entrar en materia en el mismo sitio. Los paisajes son especialmente espectaculares, tanto por el relieve como por los contrastes de colores, como por los hayedos que salpican el paisaje como en definitiva por todo.
Siguiendo las parcelaciones donde tienen el ganado pastando encontramos un bonito hayedo en el que paramos para comer, ahí encontramos una bonita seta con la que flipamos un poco, la verdad es que era la primera vez que me encontraba la famosa Amanita muscaria, parecía enteramente la casita de un gnomo, encontramos otros tipos de setas y algunos enteramente poblados gnomos.
Del hayedo poco más voy a contar porque ya puse un post de los hayedos y la verdad es que la imagen en si lo dice todo, también había algunos acebos salpicados por el bosque, el día tenía pinta de llover, hacía bastante tiempo y dudamos si seguir subiendo, así que primero decidimos subir hasta un collado, y claro, primero aqui, luego allí, y al final acabas subiendo hasta arriba del todo, como no, y es que ya puestos después de atravesar la península para llegar hasta aquí (comodamente en avión, eso si) pues no era cosa de quedarse a medias.
Aunque ya habíamos salido del bosque en las laderas contiguas seguía habiendo más hayas mientras que nuestro camino estaba lleno de enebros y brezos, una vez llegamos a lo alto del collado, un viento fuerte empezó a sacudirnos, la vegetación que había a esta altura no eran más algunas gramineas y los arbustos y árboles ya habían desaparecido, sin tener ningún sendero comenzamos a subir por una ladera empinada, poco antes de llegar al repecho final nos encontramos este túnel que nos dejó a unos metros de la cumbre.
Miguel se encontraba ya bastante fastidiado por la pierna y Carmen que ya había subido hacía poco se quedó con él y Elena y yo nos fuimos hasta arribita del todo, justamente en lo alto del muro de piedra que me recordó a la fortaleza de Chipude de la isla de La Gomera (vaya año de viajes!!) Allí arribita había un punto geodésico que indicaba la cifra de 1718 msnm, y una vez allí arriba pude comprobar lo que nos había comentado Carmen al empezar la subidita.
Y es que en esta zona colindante con la provincia de Burgos se podía divisar toda Cantabria, incluso Santander al fondo, y como no los mismísimos Picos de Europa y los demás valles pasiegos. A la vuelta nos paramos a tomar un sobao pasiego, nos advitieron que eran pequeños, y aun así ocupaban todo el plato, eso junto a una buena quesada que estaba de muerte. Así que cuando tomeis un sobao pasiego acordaros de los valles del Pas...

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