Muchas especies de este género tienen la tendencia a crecer tapizando rocas o bien agarrándose a éstas en taludes verticales. En la Sierra de Grazalema nos encontramos esta especie, Rhamnus myrtifolia, cuya pequeñísima hora recuerda a la hoja del mirto. Tapiza completamente a las rocas calizas, llegando a ocultar piedras que no son demasiado grande. Es muy leñosa y la hoja es pequeñísima ya que así es capaz de resistir los meses secos en los que no cae ni gota de agua evitando una mayor transpiración por las hojas. Como todos los de su género da frutos rojos, en este caso, muy pequeños.
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