Después de recorrer todas las rocas graníticas de su alrededor, esta lagartija por fin encontró algo que comer, una hormiga, la cuál capturó con la boca, luego trituró la cabeza y toráx y finalmente se la tragó. Tras tragársela se relamía, aunque seguramente no era por lo rica que estaba sino por el ácido que debió dejarle en la boca. Las hormigas contienen ácido fórmico con el que se defienden de sus predadores, así que a no ser que no encuentre otra cosa posiblemente no vuelva a comerse una hormiga.
Ben Magec Ecologistas en Acción muestra su apoyo y preocupación por los
compañeros de ‘Canarias se Agota’ en huelga de hambre hace catorce días
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Desde la Federación Ben Magec Ecologistas en Acción, que agrupa a
colectivos de todas las islas, manifestamos nuestra enorme preocupación por
la situació...
Hace 2 horas
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