Encalado de La Quebrada

Una de las tareitas que nos tocó fue el encalado de esta casilla, esta casilla es una estación de anillamiento, aquí precisamente hicimos uno de los días de anillamiento. Desde que pasó a ser propiedad del parque parte del mantenimiento lo hacen los turnos de voluntariado. Estas casillas pertenecieron a los pescadores y allí vivía toda la familia, representan el modo de vida de los habitantes de las tablas, un modo de vida tan desaparecido como el agua. Ahí tenemos a la jefa Lourdes coordinando las labores de encalada y guiándonos en el noble arte del encalado que ella domina como pintora profesional que es. En la otra imagen tenemos al grupo de voluntarios acabando de pintar el horno de la casa, todos ataviados con los monos blancos y las pertinentes gafas de seguridad para evitar cualquier tipo de problemas con la cal viva. En esta misma zona hubo un embarcadero para las barcas planas, similares a las utilizadas en la albufera ya que eran los valencianos queiens tuvieron durante un tiempo el control del cazadero que fueron Las Tablas de Daimiel.