Han pasado ya más de 25 años desde el desastre del derrumbe del vertedero de Bens en A Coruña. En 1996 200000 toneladas de residuos colapsaron y se llevaron una vida humana por delante. Se trataba de un vertedero clásico en el que va todo al hoyo y se tapa. Teniendo en cuenta que A Coruña es una gran ciudad la cantidad de residuos que se pueden depositar pude ser tremenda y más antes de la época del reciclaje en la que más allá del vidrio no se reciclaba nada. La basura orgánica, jamás reciclada hasta ahora que se esté empezando a recoger aparte, fermenta y como cualquier fermentación genera gases y estos gases pueden mover literalmente montañas. Eso es lo que ocurrió, la fermentación de materia orgánica mal gestionada provocó el colapso del verterdero arrastrando residuos desde su ubicación hasta el mar alcanzando casas, barcos, playa y puerto. Así mismo provocó un muerto cuyo cadáver nunca se encontró. Esto ocurrió el 10 de septiembre de 1996, pero si hubiera ocurrido un mes antes, ¿Cuántas vidas se habría cobrado?. Otro desastre más para reflexionar sobre la gestión de las cosas. Tras el desastre se clausuró y selló el vertedero dejando un parque urbano de 600000 metros cuadrados y un coste económico de 18 millones de euros entre el sellado y la reubicación de residuos. A raíz de este incidente se inició un proyecto de reciclaje que a día de hoy sigue sin funcionar.
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