De día cuesta fotografiarlas pero de noche es otra cosa y así se puede pillar a esta hembra de libélula emperador (Anax imperator), una de las más grandes que tenemos y más o menos abundante a finales de verano y principio de otoño. Su vuelo es tan potente que de día pueden observarse, se quedan paradas en el aire, capturan insectos y generalmente es casi imposible fotografiarlas. Se encuentra en un retamar, un espacio sin gota de agua dulce y es que si bien sus larvas son acuáticas, el adulto no tiene más vinculación con el agua que la puesta de huevos o la captura de los numerosos insectos que pululan por los humedales. Una vez alcanzada la madurez pueden ser vistas en los lugares más secos.
Cosifa coroninívea (Cossypha niveicapilla).
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Si el año pasado en Kenia y Tanzania fotografié a la *cosifa cafre* y a la *cosifa
de Neuglin*, este año, en la *Reserva Natural de Abuko* en *Gambia*, h...
Hace 4 horas
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