El tarro blanco es un pato de gran tamaño habitual en el entorno de las Tablas de Daimiel pudiendo verse tanto en la Laguna de Navaseca como en el Río Guadiana. Aun que ya lo había visto unos días atrás en Navaseca el encuentro desde la pirgaua fue otra historia diferente. Si bien vimos uno en tierra al acercarnos pudimos ver a toda su prole en el agua,que por supuesto al acercarnos se dispersaron y desaparecieron rápidamente mientras el adulto empezó a volar y llamar la atención para despistarnos.
Pero lo de los pequeños tarros no era simplemente una dispersión, además de ir cada uno por un lado desaparecieron buceando como vemos en la imagen de la izquierda y luego apareciendo por otro lugar, algo que hacían continuamente, salir y entrar, como son muchos esto crea un despiste total en los posibles depredadores que en el momento de indecisión pierden sus oportunidad de pegar un buen bocado. Como suele ser habitual me imagino que al irnos de allí se volverían a reagrupar rápidamente.
2 comentarios:
Debe ser una experiencia muy gratificante ver a esta preciosa anátida y, encima, acompañada por su prole.
Saludos
Pues si, fue una pasada...
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