Los atardeceres siempre son bonitos, asi que aunque vayas con el tiempo justo de llegar a casa en bici antes de que se te haga de noche te paras igualmente a sacar la foto. En los toruños han metido tanta cosa de madera que cada vez resulta más difícil sacar fotos sin que salgan esos caros elementos, pero el sol se pone por donde se pone y uno está donde está y por más que te intentas acercar el sol siempre está igual de lejos, pero esta vez, y a pesar de las susodichas y carísimas tablas, la foto tenía su puntillo, algo que no ví hasta que la miré en la pantalla de la cámara, un velero, que me han comentado que era Elcano, que de haber estado más lejos o más cerca no habría entrado entero en el sol mientras caía.
Con los barcos tan feos que se construyen ahora siempre es bonito ver los veleros que nos recuerdan aquellan historias de piratas o de marinos que dieron la vuelta al mundo con la energía del viento y las mareas unicamente.
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