Es uno de los tres árboles que se conoce con el nombre de Secuoya, que
son los árboles más grandes del mundo pudiendo alcanzar más de 100
metros de altura, pudiendo además ser árboles milenarios. Son
originarios del norte de California y puden encontrarse en el Parque
Nacional de Yosemite. Se empezaron a cultivar en Europa a partir de la
segunda mitad del siglo XIX, por lo que los mayores ejemplares en este
continente no sobrepasan los 150 años.
Este el caso de los secuoyas gigantes en la comunidad de Madrid, que en el caso de los que se encuentran en la Casita del Príncipe (dos ejemplares) se encuentran en el catálogo de árboles singulares de la Comunidad de Madrid. Aun no estando clasificado este ejemplar de esta especie, que se encuentra en la Casita del Infante tampoco se queda atrá en espectacularidad. Sus hojas, vistas a una cierta distancia recuerdan a la del ciprés así como sus troncos que se desprenden a tiras, pero sobre todo destaca la enorme base que presentan que les ha hecho valer el nombre de árbol mamut. Otros ejemplares de est especie pueden encontrarse en el Palacio Real de Aranjuez, el Real Jardín Botánico o los Jardines del Campo del Moro.
1 comentario:
para mí sería un sueño ir a esos parques nacionales estadounidenses,debe ser flipante ver esos árboles.
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