Aunque parecen frutos en realidad se trata de agallas, una reacción de la planta al ataque de determinados insectos en la que una hoja de la planta se transforma en esa estructura donde se aloja la puesta del insecto alimentándose en su interior y no perjudicar al resto de la planta. Cada insecto, que suelen ser avispas diminutas para nuestra vista, provoca una agalla característica que permite identificarlo.Estas agallas son habituales en plantas del género Quercus como quejigos, robles o coscojas. También se dan en otras plantas como el lentisco.
La Toba, Medranda, Pinilla de Jadraque y San Andrés del Congosto dicen no a
las investigaciones mineras
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Los Ayuntamientos de La Toba, Medranda, Pinilla de Jadraque y San Andrés
del Congosto, junto a Ecologistas en Acción, asociaciones y centenares de
partic...
Hace 21 horas
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