Aunque parecen frutos en realidad se trata de agallas, una reacción de la planta al ataque de determinados insectos en la que una hoja de la planta se transforma en esa estructura donde se aloja la puesta del insecto alimentándose en su interior y no perjudicar al resto de la planta. Cada insecto, que suelen ser avispas diminutas para nuestra vista, provoca una agalla característica que permite identificarlo.Estas agallas son habituales en plantas del género Quercus como quejigos, robles o coscojas. También se dan en otras plantas como el lentisco.
Parque Nacional de las Tablas de Daimiel 2025; Los flamencos crían en el
Parque.
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Coincidiendo con mi reciente visita por tierras manchegas, me sorprendió la
noticia de que los flamencos se habían reproducido por primera vez en el *Parq...
Hace 7 horas
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