Aunque el calor aprieta siempre quedan ganas de darse un paseo por el Pinar de la Algaida, comenzamos por la marisma, por ese sendero tan estrechito donde nos encontramos barcas a veces y sobre todo un montón de mierda entre las que destacan las cosas de pescar y las bolsas de plástico, mientras paseamos pasan algunas gaviotas armando bulla a mi paso y gritando, los charrancitos que se tiran al caño a pescar. Flores poquitas pero en la marisma siempre destaca el salado (
Limoniastrum monopetalum) con sus vistosas flores rosas adornando el paisaje marismeño. Es curioso que aunque haya pocas flores se ven muchas mariposas revoloteando por el pinar como el
Colio (Colias crocea), el limoncillo (
Gonepterix cleopatra) y el lobito (
Polyommatus icarus). Cuando entramos en la zona de pinar hay conejos moviéndose por todos los arbustos, en todos, hay muchos conejos e incluso encontramos un lazo para conejos que retiro inmediatamente antes de que caiga algún animal, es lamentable que los furtivos sigan campando por nuestros parques naturales.Aquí no es que abunden las flores pero encontramos una de las especies típicas en floración esta época que son las
espuelas de caballero que representamos en la primera imagen, de color azul intenso y largo espolón característico
se encuentran con facilidad por todo el pinar. De aquí pasamos al pastizal, en él cientos de
aviones comunes sobrevuelan buscando mosquitos, también antes me sorprendieron varias perdices al vuelo y un mirlo políglota que hacía varios sonidos muy distintos y que se confundían con otras aves. Al final del pastizal el cortijo de la vega que proximamente se convertirá en otro centro más del parque metropolitano presentaba un aspecto totalmente cochambroso junto con el
sendero de tablas que literalmente se cae a pedazos.
Aunque el calor aprieta siempre quedan ganas de darse un paseo por el Pinar de la Algaida, comenzamos por la marisma, por ese sendero tan estrechito donde nos encontramos barcas a veces y sobre todo un montón de mierda entre las que destacan las cosas de pescar y las bolsas de plástico, mientras paseamos pasan algunas gaviotas armando bulla a mi paso y gritando, los charrancitos que se tiran al caño a pescar. Flores poquitas pero en la marisma siempre destaca el salado (Limoniastrum monopetalum) con sus vistosas flores rosas adornando el paisaje marismeño. Es curioso que aunque haya pocas flores se ven muchas mariposas revoloteando por el pinar como el 
Colio (Colias crocea), el limoncillo (Gonepterix cleopatra) y el lobito (Polyommatus icarus). Cuando entramos en la zona de pinar hay conejos moviéndose por todos los arbustos, en todos, hay muchos conejos e incluso encontramos un lazo para conejos que retiro inmediatamente antes de que caiga algún animal, es lamentable que los furtivos sigan campando por nuestros parques naturales.Aquí no es que abunden las flores pero encontramos una de las especies típicas en floración esta época que son las espuelas de caballero que representamos en la primera imagen, de color azul intenso y largo espolón característico 
se encuentran con facilidad por todo el pinar. De aquí pasamos al pastizal, en él cientos de aviones comunes sobrevuelan buscando mosquitos, también antes me sorprendieron varias perdices al vuelo y un mirlo políglota que hacía varios sonidos muy distintos y que se confundían con otras aves. Al final del pastizal el cortijo de la vega que proximamente se convertirá en otro centro más del parque metropolitano presentaba un aspecto totalmente cochambroso junto con el sendero de tablas que literalmente se cae a pedazos.
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