El Torreón es el pico más alto que tenemos en la provincia de la Cádiz con sus 1648 msnm, se encuentra en Grazalema dentro del Parque Natural Sierra de Grazalema, el acceso al sendero se hace en el Km 42 de la carretera El Bosque-Grazalema, es necesario un permiso del parque para realizar la ascensión puesto que nos encontramos en la zona de reserva del parque. El sendero transcurre por la ladera sur, por la cara opuesta adonde se encuentra el bosque de pinsapos (Abies pinsapo) que con sus 500 Has conforma la mayor agrupación de pinsapos de la provincia de Cádiz.
El desnivel de la ruta es de 769 metros, partimos de algo menos de 1000 msnm para llegar a la cima a 1648 m, toda la ruta es subida continua por lo que podemos considerarla de dificultad alta y sobre todo no apta para principiantes. La subida se realiza a través de un bosque mixto de Sabinas (Junipersu phoenicia ssp. phoenicia), Enebros (Juniperus oxycedrus ssp. oxycedrus), Encinas (Quercus rotundifolia), Coscoja (Quercus coccifera) junto con algunos Madroños (Arbutus unedo) y Algarrobos (Ceratonia siliqua) al principio del camino y algunos Pinsapos (Abies pinsapo) dispersos por todo el camino y algunos pequeños rodales que persisten en las pocas zonas de umbría que encontramos por el camino.
A diferencia de otras zonas muy próximas en el parque la vegetación arborea y arbustiva persiste hasta los 1500 msnm, tan solo en el último repecho de subida donde aparecen los lapiales que nos llevan a la cumbre encontramos la vegetación propia de las cumbre compuesta principalmete por Esparto (Stipa tenacissima), aunque la mejor descripción para la flora de cumbres es la ausencia de árboles.
Se tarda aproximadamente 2 horas y media en realizar la ascensión, al llegar a la cumbre descubrimos el mejor mirador de la provincia con unas vistas privilegiadas siempre que estemos en un día claro, desde la cumbre divisamos muchos de los pueblos de la serranía de Cádiz como Beanocaz, Ubrique, Prado del Rey, Bornos, Algodonales, Villamartín,..., así mismo divisamos la Sierra del Endrinal con el Simancón y sus 1561 msnm, la Sierra de las Nieves y Sierra Bermeja en Málaga, la campiña sevillana e incluso Sierra Nevada en el horizonte, de la cual divisamos sus cumbres nevadas por encima de la bruma que ciega el horizonte con sus 3479 msnm de cota máxima del Mulhacen que hacen que los 200 Km que nos separan de el no sea un obstáculo para su observación. Pero lo mejor que podemos observar desde esta cumbre no es lo que está lejos sino lo más cercano que es el pinsapar que crece en las faldas de la cara norte de la Sierra del Pinar y el Pico de San Cristóbal (1555 msnm) que cierra la crestería del techo de Cádiz. Allí podemos como los pinsapos se extienden hasta donde alcanzan las sombras proyectadas por la ladera, mas allá de las sombras solo encontramos encinas y algú que otro pinsapo despistado.
El Pinsapo es un árbol que nos habla del pasado, concretamente de la época de las glaciaciones, en aquella época el pinsapo se hallaba ampliamente extendido, no en vano cuando vemos un abeto lo primero que pensamos es en la nieve, un clima húmedo, quizás unas condiciones más propias del norte de España y el centro de Europa que de el seco sur de España. Sin embargo la zona de mayor pluviometría de España no se encuentra en el norte sino en el sur en la Sierra de Grazalema, el Pinsapo como especie relíctica que es solo sobrevive en unos pocos enclaves con unas características muy especiales, zonas de alta pluviometría (por encima de los 2000 mm anuales), zonas umbrías (cara norte de las montañas), altitud superior a 800 metros que es donde los estratocúmulos (nubes que se dan entre 500 y 1200 m) pueden dejar la humedad que el pinsapo atrapa con sus acíciculas (al igual que los pinos) y la raciona lentamente al suelo manteniendo una humedad constante.
La imagen de los pinsapos en la ladera es para quedarse un rato observándola, asomarse al precipicio y comtemplar como contrastan los colores de unos pinsapos con otros y con las especies con las que se entremezclan y como en algunos puntos crecen los pinsapos directamente sobre la roca caliza que caracteriza estas sierras.
La bajada se hace más rapida que la subida, tan solo hora y media, al bajar sobre las 5 de la tarde el sol está bastante bajo y nos premia el esfuerzo realizado en la subida con su reflejo sobre el pantano de los Hurones y mostrándonos como pestañas de un fichero las sierras que componen la serranía de Grazalema, desde la Sierra de la silla en primer plano, hasta la Sierra de la Cabra, larga y plana, en el último plano junto a la bruma. Eso junto con las cabras montesas que encontramos (ver primera foto del post) pusieron el cierre a una estupenda jornada de senderismo montañismo.
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