Es un habitante de todas las playas, que se ve afectado por la afluencia de humanos que pasean por la orilla y más especialmente con la presencia de perros, pues aunque nuestra presencia son capaces de tolerarla a cierta distancia la de los perros es otra historia y así fue la cosa. Mientra les hacía fotos y mantenían una distancia prudencial todo bien hasta que se acercó el perro y todos se fueron volando bien lejos de su posición. Aunque los veo habitualmente no me canso de ver a estas rápidas y pequeñas aves.
Los árboles de la ciudad se visten de verano.
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En el campo, en los montes y en las zonas más agrestes de nuestras sierras,
el inicio del verano se manifiesta en la vegetación arbustiva y arbórea con
la ...
Hace 2 horas
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