Poca gente sabe de este primer diseño de puente que desgraciadamente se fue al traste por una serie de circunstancias entre las que se encontraba el coste de la estructura y la oposición de alguna localidad colindante que acabó con tres carriles para coches y un peaje que hubo que pagar hasta 1982, momento en que se rescata el puente. Resulta sorprendente que en 1959 ya se planteara la necesidad de permitir pasar a peatones y ciclistas por infraestructuras que pagamos todos pero que actualmente no podemos disfrutar todos a no ser que se pague otro peaje que no es otro que el de la obligatoriedad del vehículo motorizado para usar dicha infraestructura, peaje que aun no se ha suprimido más de 50 años después de la construcción del puente.
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