La realidad es que estas infraestructuras junto con el puerto exterior de Huelva rompen uno de los espacios mejor conservados y menos urbanizados de la península ibérica. Como era imposible pasar de largo tuve que subir a la duna para poder contemplar el inmenso campo de dunas que es Doñana, un campo cuya extensión y altura es tan grande que incluso oculta algunos pinares. Esta playa puede hacerse en bicicleta siempre y cuando pillemos la marea lo suficientemente baja para que la arena se haya compactado.
Si viajamos con ruedas anchas y son equipaje mejor, si no, costará un poco más pero aún así será posible. Nos encontraremos con muchos ciclistas, algunos coches del parque y algunos pescadores en las zonas más cercanas a Sanlúcar o Matalascañas. Además del espectáculo dunar numerosas aves descansan en las orillas de la playa como la gaviota de Aoudouin.
Gracias a la barcaza qur atraviesa el río Guadalquivir podemos llegar fácilmente a la provincia de Huelva en bicicleta, cosa que no puede hacerse en vehículo particular afortudamente, pues de haberse hecho una carretera por aquí estaría todo lleno de casas ilegales, la playa habría perdido arena y no quedaría prácticamente nada de lo que conocemos como Doñana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario