Aunque puede encontrarse en la mayor parte de la Península Ibérica y Baleares no se conoce con exactitud su distribución natural pues desde la antigüedad ha sido cultivado y expandido por diversas zonas del mediterráneo y algunos autores aseguran que no es autóctono de la cornisa cantábrica. En nuestro país se había utilizado como árbol ornamental durante el último siglo pues es un árbol que da buena sombra, crece rápido y presenta un bonito porte. Sin embargo en los últimos años gracias a la entrada de la grafiosis se han perdido muchísimos olmos y actualmente es difícil recuperarlos salvo que se recurra a plantar ejemplares resistentes. Y es que se ha podido ver que en algunos lugares tras el paso del hongo había algunos ejemplares que conseguían sobrevivir.
Por lo que investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid trabajan en la reproducción de estos ejemplares para volver a recuperar todos los olmos que hemos perdido. Existen dos especies más de olmos autóctonos en la península, Ulmus glabra y Ulmus laevis. Para diferenciar bien las especies es conveniente disponer de frutos maduros que en el caso del U. minor se caracterizan por tener el fruto cerca de la escotadura (no centrado) y no presentar el borde del ala ciliada.
Si bien siempre hemos relacionado la palabra alameda con los álamos hay que decir que en algunos lugares, como es el caso de la provincia de Cádiz, se les conoce como álamos y no como olmos, de ahi que muchas alamedas realmente sean olmedas.
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