El valle del Jerte es conocido por la floración de los cerezos que suele oscilar entre finales de marzo y mediados de abril. Primero comienzan a florecer los que están en las zonas más bajas y finalmente los de las más altas que son zonas más frías y por tanto más tardías. De manera que la floración se produce de forma escalonada durante unas tres semanas aproximadamente tras haber sufrido los rigores de un frío invierno.
El cerezo es un árbol de la familia de las rosáceas que como otros árboles de su misma familia florece antes de renovar las hojas por lo que en el momento de la floración son árboles que colorean el paisaje. Lo mismo ocurre con los almendros, manzanos, ciruelos, etc... Las flores son similares dentro de estos árboles y suele variar el color (algunos son rosas) y el tamaño además de la disposición de las flores. Si bien las flores del almendro son más bonitas por su coloración la floración del cerezo es mucho más espectacular por la cantidad de flores que genera.
Bajando desde el Puerto de Tornavacas hasta Jerte podemos recorrer 10 km de cerezales por una cómoda pista pavimentada (y alcantarillada) a la vez que encontramos otros frutales como almendros o cerezos y por supuesto los típicos majuelos a la vez que varios arroyos atraviesan estos campos en los que destaca la técnica de bancales, terrazas construidas en las laderas para aprovechar el escaso terreno existente. Un lugar para disfrutar y sentir la primavera a tope.
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