La gaviota patiamarilla es una especie cuyas poblaciones se han expandido mucho en los últimos años ocupando gran cantidad de espacio tanto en acantilados litorales como en marismas o salinas. Esta proliferación no es casual ni inexplicable pues se debe precisamente a la actividad del ser humano que le proporciona alimento abundante en ciudades gracias a las basuras que generamos y a los vertederos a cielo abierto donde estas aves (y otras más valoradas como cigüeñas o milanos se ponen las botas) se alimentan lo que les permite proliferar a tope. Pueden poner varias puestas durante la época de cría e incluso reponer rápidamente los huevos si los pierden o se los depredan. El aumento de las poblaciones afecta sin duda a otras especies de aves a las que les depredan los huevos o simplemente le quitan el espacio lo que dificulta el anidamiento.
Pues bien, aunque las colonias mixtas de aves (avocetas, cigüeñuelas, chorlitejos, charrancitos,...) se defienden en grupo de las gaviotas y son capaces de evitar que aterricen para comerse los huevos la administración ha iniciado un plan de control de la gaviota patiamarilla que consiste en tirotear aves en los vertederos (pero no se habla de erradicar vertederos o mejorar la higiene de las poblaciones y evitar que coman y coman de lo que tiramos) y el parafinado de huevos. Si les quitáramos los huevos rápidamente pondrían otros pero si los recubrimos de parafina mantienen el calor, creen que son viables y siguen empollándolos evitando así al menos una puesta. No hay que olvidar que mientras las gaviotas están criando también lo hacen las otras aves por lo que estas actuaciones pueden causar molestias en las especies a las que se pretende beneficiar. No se hasta que punto este esfuerzo puede ser efectivo pues las extensiones de salinas son amplias, muchas no son accesibles y es imposible que se llegue a todas las gaviotas para poder hacer un control efectivo. Lo principal es que no se ataca la raíz del problema, el exceso de comida que le estamos dando, y es que mientras le demos de comer (basuras, vertederos, etc...) no habrá manera de pararla.
1 comentario:
Son las reinas de la costa. Muy agresivas, atacan a gaviotas más pequeñas para quitarles el pescado de la boca y aquí en Benidorm tienen más confianza con la gente que las palomas. Se acercan a ti a que les des tu comida con esa cara de mala leche que tienen. Por culpa de ellas, especies como la gaviota de Audouin no han podido reproducirse en la isla de Benidorm, pese a los intentos de los guardas ambientales.
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