No es la mantis religiosa que nos encontramos habitualmente en nuestros pinares ni la Sphrodomantis viridis que resulta igual de abundante sino de la Iris oratoria, una mantis que como todas se mimetiza bien en el terreno y que se caracteriza por dos detalles; el primero, que es el más fácil de ver, es que el ala no alcanza el final del abdomen cuando son adultos y el segundo son dos marcados puntos en la cabeza, que forma un triángulo isósceles. Se encontraba en una retama amarilla, una planta que suele atraer a numerosos de insectos, de los cuáles se puede alimentar.
El Ayuntamiento de Valladolid sigue sin activar la situación 2 de su plan
de alerta por el actual episodio de ozono
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Ecologistas en Acción denuncia que el Ayuntamiento de Valladolid sigue sin
activar la situación 2 de su plan de acción en situaciones de alerta por
conta...
Hace 6 horas
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