A finales de agosto, principios de septiembre no es raro encontrarse esta araña en la cornisa norte. Destaca por su gran tamaño y la peculiar firma que caracteriza este género de arañas. Lo que vemos en la foto es una hembra, los machos son mucho más pequeño y su aspecto nada tienen que ver con las hembras siendo radicalmente diferentes. Aunque se parece a la especie trifasciata, su abdomen es lo suficientemente diferente para distinaguir ambas especies. Una constante en los dos encuentros que he tenido con esta especie es la cercanía con corrientes o láminas de agua, algo que puede indicarnos una alimentación con un porcentaje significativo de insectos acuáticos. Fotografiada junto al Lago de Sanabria sobre Lysimanchia vulgaris.
La UE permite el uso de sustancias cancerígenas en tuberías de agua potable
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La UE publicó el 23 de abril la Decisión (UE) 2024/367 de la Comisión, que
presenta un listado de sustancias que los Estados pueden emplear en
materiales...
Hace 9 horas
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