El pasado miércoles estuve en San Martín de Valdeiglesias en una actividad de la semana de la ciencia, la subida al canto del guarro. Entre otras cosas nos hablaron de la economía del municipio, antaño centrada en el olivo y la vid, posteriormente pasó al ladrillo y hoy ni lo uno ni lo otro si bien sigue produciéndose vino y aceite muchas de estas explotaciones se abandonaron para ir a la nefasta y efímera economía del ladrillo y no se han vuelto a recuperar y no es complicado ver huertas y viñedos abandonados por todo el municipio. Salir de la crisis tiene mucho que ver con la vuelta a ciertas actividades que si bien no son tan lucrativas en poco tiempo siempre han sido una pequeña fuente de riqueza en muchos aspectos. Los ladrillos no se comen, pero las uvas sí, pensemos en ello.
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Hace 8 horas
2 comentarios:
Creo que la necesidad (y los que sean listos) hará que muchos retomen estas actividades abandonadas.
Tu blog, magnífico, com siempre.
Un abrazo.
Víctor
Estoy de acuerdo, y aunque ya hay algo de eso, en los próximos años aumentará bastante.
Salu2
Juanjo
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