Pseudo-Voluntariado...Ambiental

Las administraciones siempre suelen llegar tarde a los cambios sociales, pero existen ocasiones en las que no es así como ocurre en el Voluntariado Ambiental, si bien esto es algo que ahora es realmente conocido y puesto en marcha no lo era así en 1996 cuando la Junta de Andalucía comienza el Programa de Voluntariado Ambiental. Esta nuea era del voluntariado propicia la aprobación de la ley 7/2001 del Voluntariado. Su artículo 1º reza así;

• La presente Ley tiene por objeto establecer el régimen jurídico de la acción voluntaria organizada, desarrollada por los ciudadanos y ciudadanas a través de entidades sin ánimo de lucro, regulando los derechos y obligaciones que surgen de la relación entre las personas voluntarias y las entidades, así como su colaboración con las Administraciones Públicas en la conformación de políticas públicas.

Así mismo en el Artículo 3, 1.d se spsecifica que el concepto de acción voluntaria organizada es aquella que;

• Que se desarrollen en el marco de programas concretos realizados a través de entidades sin ánimo de lucro.

Estos dos artículos dejan claro que la acción voluntaria es ejercida por las entidades sin ánimo de lucro que es lo que conocemos como asociaciones, y los voluntarios pertenecen o colaboran con estas entidades. La administración no tiene voluntarios, de hecho no los necesita ya que tiene personal y dinero que cumplir sus fines. Sin embargo la realidad es que la administración, en vista del creciente fenómeno voluntario, optó por absorberlo (o fagocitarlo) ante la posible amenaza que se encontraba con los distintos movimientos sociales o ciudadanos actuando en libertad y sin control de la administración, vease por ejemplo como la relación entre muchas asociaciones de vecinos y su ayuntamiento no va más allá del pago de unas cuantiosas subvenciones. A la administración le interesa controlar todo tipo de movimiento social y anticiparse a sus movimientos o frenarlos, así pues, en el caso del voluntariado ambiental nos encontramos que ahí están los voluntarios y voluntariados de la Junta,teniendo la Junta la iniciativa en su convocatoria. La administración tiene una capacidad de difusión mucho mayor que la de cualquier asociación. así pues puede captar muchos más voluntarios, que ya no entrarán en una entidad social tras entrar en alguna de las innumerables redes de voluntariado de la Junta donde se convoca a los voluntarios (o no). Pero si lo de Medio Ambiente es ya de por sí inquietante, otras administraciones que ahora van de ambientales después de haberse cargado media Andalucía no se cortan en inventarse asociaciones para que actúen en los espacios naturales que ellos gestionan ninguneando al resto de asociaciones del entorno, además se publica en BOJA la creación de estas entidades. Por otra parte hay demasiada gente cobrando por trabajar en el voluntariado, existe una Agencia Andaluza del Voluntariado, las Delegaciones Provinciales de Medio Ambiente tienen gente cobrando que trabaj en temas de voluntariado. Además también hay ovejas negras dentro de las propias entidades de voluntariado que piden partidas para pagar personal cuando solicitan subvenciones para estos programas. En el momento que se cobra no se puede hablar de voluntariado de ninguna manera. El movimiento voluntario debe de levantarse y rebelarse ante esta intromisión de la administración en lo que debe de ser una terreno para el movimiento social y solidario que no tiene más interés que realizar una labor altruista que redunda en beneficio de todos. Sres y Sras de la Junta de Andalucía, Consejería de Medio Ambiente y Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio, enterense, los voluntarios somos nosotros y trabajamos para nuestras entidades y en el entorno social, no para vosotros ni para vuestro lavado verde.