En el primer mirador de las cascadas del Río Mundo nos encontramos un detalle que no debemos dejar pasar de observar por muchas ganas que tengamos de sacarnos la foto con la cascada al fondo, a la derecha de la cascada hay un árbol que vemos con más detalle en la segunda foto, es un tejo, un árbol nada abundante en este parque, pero lo más significativo es como ha crecido este árbol, su tronco está insertado enla caliza, ha crecido prácticamente sin tierra, sin apenas sustrato y ahí está el árbol, vivo y con buena salud. El secreto de su éxito no es otro que el de la humedad, en el norte de España podemos encontrar bosques de tejos en zonas muy húmedas del cantábrico, sin embargo en estas latitudes tan al sur esas condiciones de humedad no se dan en grandes extensiones sino solo en lugares muy puntuales donde se genera un microclima muy húmedo, como son precisamente las cascadas, posiblemente algún animal, un ave, seguramente, cogió un fruto de tejo, se comió la pulpa y tiró o excretó el hueso justamente aquí, aunque presenta un tamaño muy modesto al ser una especie de crecimiento lento junto con el agravante de estar en un sitio falto de sustrato podríamos encontrarnos con un ejemplar mucho más viejo de lo que podría ser nuestra primera impresión, en cualquier caso es muy posible que los 100 años no se los quite nadie. Si vais a ver las cascadas no os olvideis del tejo, el parque no es solo la cascada...
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