La destrucción continua, el bosque de Bahía Blanca ya no existe, situado en la Urbanización de El Ancla en El Puerto de Santa María ha sido completamente arrasado, sin piedad, en un instante, no importó nada, ni el bosque, ni la naturaleza ni los camaleones que están poniendo huevos, ni siquiera que el plan parcial decía que se conservaría el arbolado, nada de nada...hasta las normas que ellos mismo se pusieron la han incumplido, dijeron que solo quitarían 9 pinos y se han llevado el bosque por delante.
Al fondo aun se ve el mar, pero cuando hayan hecho las casas de cuarta residencia y el hotel de lujo solo podrán verlo los propietarios de la futura urbanización, situaciones como esta nos desvelan la cara de las constructoras que se dedican a lo contrario de lo que su nombre indica, a destruir y es que dime de lo que presumes y te diré quien eres en realidad.
Amontonados en un contenedo yacen los troncos de los árboles que hasta hace poco hubo aquí, no importa el tamaño ni la especie ni nada de nada, tan solo que estorbaban, sin embargo nos venimos a enterar que lo que iba a quedar de zona verde era justamente la zona que vemos en la segunda imagen, por lo que hay que preguntarse si es que realmente disfrutan con esto porque si iba a quedar de zona, ¿Por que no aprovechar los grandes árboles que ya había para esta zona verde?
Ahí hubo hasta hace poco un gran ciprés, ahora solo queda el tocón, tantos años creciendo para que en un momento se acabe con todo de mala manera. Ya son demasiadas veces las que esto repite, el mar de cemento sigue avanzando, pero ...¿hasta donde llegará?...
La destrucción continua, el bosque de Bahía Blanca ya no existe, situado en la Urbanización de El Ancla en El Puerto de Santa María ha sido completamente arrasado, sin piedad, en un instante, no importó nada, ni el bosque, ni la naturaleza ni los camaleones que están poniendo huevos, ni siquiera que el plan parcial decía que se conservaría el arbolado, nada de nada...hasta las normas que ellos mismo se pusieron la han incumplido, dijeron que solo quitarían 9 pinos y se han llevado el bosque por delante.
Al fondo aun se ve el mar, pero cuando hayan hecho las casas de cuarta residencia y el hotel de lujo solo podrán verlo los propietarios de la futura urbanización, situaciones como esta nos desvelan la cara de las constructoras que se dedican a lo contrario de lo que su nombre indica, a destruir y es que dime de lo que presumes y te diré quien eres en realidad.
Amontonados en un contenedo yacen los troncos de los árboles que hasta hace poco hubo aquí, no importa el tamaño ni la especie ni nada de nada, tan solo que estorbaban, sin embargo nos venimos a enterar que lo que iba a quedar de zona verde era justamente la zona que vemos en la segunda imagen, por lo que hay que preguntarse si es que realmente disfrutan con esto porque si iba a quedar de zona, ¿Por que no aprovechar los grandes árboles que ya había para esta zona verde?
Ahí hubo hasta hace poco un gran ciprés, ahora solo queda el tocón, tantos años creciendo para que en un momento se acabe con todo de mala manera. Ya son demasiadas veces las que esto repite, el mar de cemento sigue avanzando, pero ...¿hasta donde llegará?...
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