Es uno de los ciempiés más habituales, aunque en realidad no tiene cien pies sino tan solo 15 pares de patas. Se alimenta de insectos y su hábito es nocturno, de manera, que a pesar de su abundancia no es fácil observarlo. Al igual que otros artrópodos depredadores aprovecha los focos de luz para ir a cazar presas. De día suele estar escondido bajo piedras o dentro de construcciones.
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