Uno de los grandes atractivos de las playas del cantábrico es la combinación de acantilados con calas de mayor o menor tamaño. Estas calas suelen tener una protección de cabos como el que vemos en la imagen y calma el agua permitiendo el baño. Justamente por aquí pasa el camino de Santiago y numerosos caminantes pueden verse por los senderos que llevan a los peregrinos hasta Somo, donde un barco atajará la llegada a Santander evitando rodear la Bahía.
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