Nunca había tenido la ocasión de fotografiar la pequeñísima flor de esta planta, que pasa tan desapercibida que suele confundirse con Anagallis arvensis sin flores ya que son de la misma familia. La flor son cinco pétalos blancos dentro de unos grandes sépalos que quitan todo el protagonismo a la flor pareciendo que la flor ya cayó. Mucho más normal es verla con el tallo completamente lleno de sus pequeños y característicos frutos que resultan bastante más visibles que las flores. Es una planta anual que crece en prados junto con otras muchas herbáceas con floración invernal.
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